jueves, 23 de agosto de 2012

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siento romper el hilo argumental de slender en este punto, pero es preciso que explique mi situacion a un público fiel como vosotros. a diferencia de la historia de Luís y Slender, esto que os voy a contar es totalmente VERÍDICO.

Os voy a contar la situacion tal vez más terrorífica que he vivido, y fue ayer por la noche. os pido que me creáis cuando cuente esta corta historia:

22/08/2012
Hacía apenas cuatro días que habiamos vuelto de las vacaciones en los Pirineos y decidimos organizar una cena con nuestros amigos. Nos fuimos por la tarde a la playa y seguidamente a cenar en casa de una conocida, todo fue perfecto aquella noche: amigos de la infancia, charlas, juegos... así que volvimos tarde por la noche, sobre la una. Me di una ducha (ya sabeis la calor que hace) y, puesto que madrugo para ir a la academia, me fui a mi habitacion para descansar. Al rato se hizo el silencio en la casa; mi hermana se había ido a su habitación y mis padres a dormir en la suya, en cuanto a mí, yo estaba viendo videos divertidos de Pewdiepie con la puerta cerrada, y pronto me vino el sueño. Cerré los ojos y poco a poco me dormía, pero el silencio me "dirstrajo", estoy acostumbrado al ruido de las calles, los coches, o el ruido de la televisión cuando mi hermana se queda hasta tarde escuchandola. Cuando logré dormirme me introduje en un airreal pesadilla,ese tipo de sueños en los que no ves nada, pero el sufrimiento es agonizante. Algo me apretaba los huesos, me sentía presionado, y desperté. me pareció ver un cuerpo observandome cerca de mi cama, abrí los ojos como platos hasta percatarme de que solo era la ropa, pero algo más extraño sucedió: sonaban unos pasos en el comedor, unos pasos ligeros y muy seguidos entre sí, como los de un niño correteando. me preocupé bastante por el ruido, asi que me levanté para abrir la puerta y ver que había, me dirigí a ella y la abrí, para encontrarme con la oscura sala, vacía. me tranquilizé y volví a la cama, pero al poco rato el sonido volvió. algo me impedía cerrar los ojos y descansar, si los cerraba me envolvía una extraña paranoia y me sentía observado, comencé a desesperarme, quería que el silencio volviera, quería dormir, pero tenía miedo de que ambas cosas pasaran. fue entonces cuando mi hermana, involuntariamente, me tranquilizó, se puso la televisión, como de costumbre, y se puso los nuevos capítulos de sus serie favorita, que se había bajado de internet. el ruido de la tele ahogó los inquietantes pasos y pude volver a descansar. recuerdo la hora 4:16, fue la ultima hora que pude entrever en el reloj. una pesadilla semejante a la anterior, ahora con sollozos de agonia, me atormentó un largo rato, que al despertar pude saber que duró tres cuartos de hora, ya eran las cinco. Por desgracia mi hermana había quitado la tele y el sonido había vuelto. Dada la posición de mi cama, miré a mis piernas, detrás de ésta la puerta, me quedé mirandola un largo rato en silencio, con mi respiración acelerada y notando los potentes pálpitos de mi corazón. ahora se oía tambien un leve chirrido, muy agudo y fino, que casi no podía oir, tapado por mi propia respiración. Fue en ese momento, que vi una fugaz sombra que pasó de un lado de la puerta a otro muy veloz, la sombra era alta e imponente, aunque no pude ver su forma. pegué un pequeño brinco del susto y seguí mirando la puerta, asustado. estaba paranoico y paralizado, no quería salir de mi habitación para saber quer era aquello, pero por otro lado mi habitación era muy oscura y la posicion de la cama, si quería dormir, no era la apropiada sabiendo del intruso. me levanté con miedo y fuí temblando a la puerta, mi hermana dormía profundamente en el sofá, frente a la tele apagado y la puerta del balcón abierta. fui con ella rápidamente, sin despertarla, y me estiré como buenamente pude, ya que mi hermana ocupaba gran parte del sofá. entraba luz de la cocína, la cual tenñia una luz florescente que siempre dejabamos encendida, y tambien una leve luz de las farolas de la calle por el balcón. esas luces contrastaban con el pasillo que llegaba a la habitación de mi hermana, era atípico que estuviera tan oscuro. me coloqué de manera que podía ver el resto del salón y la puerta del balcón, trataba de cerrar los ojos para dormirme, pero no poder ver que sucedía a mi alrededor me estresaba y mantenía los ojos abiertos, atento. No solo me sentía observado, tambien sabía de donde me observaban: de aquel oscuro pasillo. Algo me observaba en aquel lugar, de allí venian los pasos y los sollozos, pero no tenía el valor suficiente para ir a ese lugar. tuve suerte, ya eran las seis y media, salía el sol. Toda la casa se iluminó y dejando ver que en el salón no había nada, pero la luz no llegaba al pasillo, que seguía tan oscuro. Pero algo me hizo sentir relajado y logré cerrar los ojos con seguridad y con el rato, dormirme. Toda aquella situación me provocó una última pesadilla, en esta si habia una imagen clara. habia unos seres pequeños y difuminados. no más de metro y cuarto de alto. los acompañaban aquellos sollozos, pero más potentes. Detrás de los seres había una alta sombra, yo la identifiqué como Slender, y entonces desperté en el sofá de nuevo. No le dí importancia a la pesadilla, al fin y al cabo era la única explicación "lógica" que aba mi cerebro, era solo una interpretación. lo unico certero es que me lloraban los ojos y me temblaba todo el cuerpo aún, estuve despierto un buen rato hasta que sonó el despertador de mi madre, eran las nueve, la hora en la que me despertaba para ir a la academia de verano. mi madre se levantó y me vio en el sofá, yo no me levantaba aún, estaba cansado, casi no había dormido y todavía temblaba del miedo. Mi madre, viendome las intenciones de quedarme allí y no ir, comenzó:
"No, vas a ir a la academia. estamos pagando un dineral para que vayas, ¡y no pienso dejar que faltes un solo día!"
"Pero mama..." -Comenzé, queriendo que se acercara y decirle todo lo ocurrido
"Levantate ya y vistete" -contestó ella
Obedecí y me levanté, con sueño y temblando, para prepararme e irme a la academia. acabo de volver, e estoy comportando de una forma mucho más fría de lo normal, es la hora de comer y no tengo ningún hambre, no se que me ocurre. Lo primero que he hecho ha sido escribir esto para que no se pierda en mi memoria y perdure esta historia. seguiré con mi vida normal, pese a todo, escribiré más Slender y haré lo mismo que he estado haciendo hasta ahora, solo dejadme un pequeño lapsus para que asimile que me ocurrió ayer por la noche.
Hasta entonces, Adiós.

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