domingo, 25 de noviembre de 2012

Cap. 12: El Comienzo del Fin




Jacob se movía de un lado a otro del comedor, mordiéndose las uñas nerviosamente. No sabía que hacer, tenía que salir de allí. Podía intentar coger sus cosas y huir por la puerta tranquilamente. O podía avisar a alguien de que Luís tenía el arma del crimen. Se apoyó en la mesa, mirando abajo y respirando nerviosamente. En la mesa solo se encontraban la navaja y el móvil de Luís, cosas personales que solía dejar cerca de la puerta para cuando tenía que irse a algún sitio. La tormenta proseguía con fuerza, las gotas de lluvia impactaban contra el cristal y los relámpagos resonaban de vez en cuando. La puerta de la habitación de Luís permanecía cerrada. Jacob cogió la navaja y la revisó curioso, planteándose mil y una cosas. Al fin, tomó una decisión y cogió el teléfono fijo. Tecleó rápidamente y el Inspector Rafael Rodríguez contestó.
-¿Diga? –Dijo este, ojeando algunos documentos de su despacho.
-Soy Jacob Gaspard. –En seguida Rodríguez prestó atención– Tengo algo importante que decirle, Inspector. Acabo de encontrar un revólver en la habitación de Luís, creo que es el arma que mató a mi padre. –su respiración era cada vez más forzada y preocupante.
-¿¡Pero que…!? Tranquilo, chico, ahora mismo voy al apartamento a aclarar esto.
-Por favor, venga rápido, no se si… -Pero entonces, Jacob vio el pomo de la puerta moviéndose lentamente y colgó rápidamente el teléfono, escondiéndose raudo en el armario casi vacío del comedor.
-¿Jacob? ¿¡Jacob!? ¡Contesta, chico! Mierda… -Rodriguez alertó a dos policías que había frente al despacho– Llamad a tres unidades, tenemos un posible altercado doméstico y a un asesino en Barna.
Jacob permanecía escondido en el armario y observó por una rendija entre las dos puertas que lo abrían. Luís abrió la puerta de su habitación lentamente y, como si estuviera agotado, se dirigió hacia el sofá. Tenía unas ojeras impresionantes y, por algún motivo, estaba muy pálido. Al sentarse se limitó a mirar al suelo, pensativo. Jacob pensó qué hacer. Si salía ahora Luís sospecharía, no podía arriesgarse, solo podía limitarse a observar a su compañero de piso y esperar a que se fuera. Luís respiró profundamente y encendió el televisor, parecía agotado y deprimido, se puso a buscar programas interesantes.
Jacob siguió observando, con el corazón a mil, pensando que tal vez esta situación se fuera a alargar bastante. En ese momento notó algo en el bolsillo de su pantalón, por error se había guardado la navaja de Luís. “La policía vendrá pronto” –pensó– “Pero… Si por lo que sea hay que actuar rápido… deberé ser preciso”. En ese momento, la pantalla del televisor se cubrió de interferencias y el sonido falló hasta convertirse en un chirrido agudo y lejano. Luís suspiró mirando las interferencias y se quedó callado unos largos segundos.
-… Ahora lo comprendo todo –dijo al fin, para sorpresa de Jacob– Has tratado de decírmelo todo este tiempo, ¿no…? Todo lo que te ha ocurrido… el porqué de todo esto… Desde el principio me lo has querido mostrar. –Para Jacob, Luís hablaba solo, desquiciado– ¿No es así, Loik? Sé que lo que te hicieron fue horrible, siento pena por ti. ¿Pero no crees que todos estos asesinatos son una estupidez? –Jacob solo oía a Luís conversar con nadie, y además sobre un tema digno de tratar con un psiquiatra. –Lo que no pude ver me lo aclaró “él”, pero siempre has intentado mostrarme tu dolor, y tu venganza por la persona que te convirtió en lo que eres, quien te convirtió en “Slenderman” –Jacob arqueó una ceja al oírlo, pero entonces vio un pie cubierto por un mocasín negro que daba un sonoro paso saliendo de la habitación. Luego vio una mano pálida que le seguía, tras eso otro pie, hasta ver a un ser de tres metros, que casi tocaba el techo del piso con la cabeza, de no ser porque caminaba encorvado. Su rostro estaba vacío e iba trajeado con una corbata roja. El corazón comenzó a bombearle a mil por hora, viendo a aquel imponente y escalofriante ser. El frio invadió la sala y su respiración se convertía en vaho– Ahora por fin me lo has mostrado todo. Como Krabe te raptó y ató en una camilla, donde Romero te inyectó aquel liquido azul en el cerebro… Tu mente cambió por completo, tu alma inocente de niño sufrió una metamorfosis. Así hasta que, cuando Krabe te degolló en aquel almacén, tu cuerpo murió. Pero la droga te hizo buscar otro huésped, en este caso el de tu asesino: el de Krabe Irinov. Por eso nunca apareció el cuerpo. Tu cuerpo comenzó a cambiar por completo y, furioso, fuiste al mismo laboratorio donde te inyectaron aquel liquido… buscando la cura tomaste cualquier cosa que encontraras, hasta que un ácido te quemó la cara, no un ácido cualquiera, este hacia desaparecer solo algunas facciones, como los labios y los ojos. Pero Tu piel siguió allí, y no necesitabas respirar ni comer para vivir. Te convertiste en un autentico monstruo, que mató a todos los mafiosos que encontró. Pero un muchacho escapó: Mikael. ¿No es así? Conozco tu historia. La he visto con mis propios ojos, mejor dicho TU me la has hecho ver… Desde entonces lo has hecho siempre: matas a tus victimas así desde entonces. Las mataste de la misma manera que tú moriste: Por los errores de otra persona. Crees que fue culpa de tu hermano, por entrar en aquella mafia. Por culpa de Mikael te mataron. Así que, harás que todos mueran así: por culpa de que alguien más les habló de ti. Desesperas a tus victimas hasta el punto de recurrir a ayuda, como hizo Mikael cuando no teníais para comer. Y en cuanto lo ha hecho, la matas, convirtiendo a la otra persona en tu nueva victima. Cuanto dolor, has tenido que sufrir verdaderas calamidades… ¿¡pero crees de verdad que matar a más personas arreglará algo!?
Slender no hizo nada, solo observó con su vacío rostro al chico. Jacob seguía observándolo sin poder creérselo, aquel ser no era natural, y todo lo que estaba diciendo a Luís… ¿a donde llevaba todo aquello? Lo único que quería hacer era salir de allí en cuanto antes, o que llegara la policía a solucionarlo.
-Pero tranquilo –Prosiguió Luís– Que todo va a acabar esta noche… No has logrado que esta victima siga tu juego, me temo. –Luís sacó  el revólver de Frederick y lo observó con aire melancólico– El juego termina aquí. Sin victima ya no puedes, hacer daño a nadie más. –Luís se apuntó a la sien dispuesto a suicidarse y acabar con todo. Slender apretó los puños con fuerza y Jacob comenzó a desesperarse, anonadado por todo lo que estaba sucediendo– Aquí termina todo, viejo amigo –Luís quitó el seguro y comenzó a presionar el gatillo.
-¡¡NO!! –Gritó Jacob, instintivamente, y acto seguido se arrepintió de haber dicho nada.
Slender giró el cuello reaccionando al sonido y observó el armario. Comenzó a caminar lentamente hacia él. Luís miró incrédulo al armario, apartando la pistola lentamente y con unos ojos que reflejaban pánico y lástima al mismo tiempo. El corazón de Jacob bombeaba a su máxima capacidad mientras, Slender avanzaba lentamente paso a paso, alargando el brazo hacia el armario. Jacob chorreaba sudor por todas partes y la fiebre subía y subía, cuando Slender ya casi tocaba el armario, en ese momento, sacó la navaja y la preparó. De un golpe abrió la puerta y se dispuso a clavarle la navaja, pero sonó un disparo y una bala atravesó la cabeza del ser. Luís apuntaba a Slender con el revólver, el cual aún humeaba, cuando volvió su vista a Jacob, ambos se miraron atónitos apenas segundos, hasta que Luís corrió hacia él y le agarró el brazo.
-¡¡Tenemos que irnos de aquí!!
Jacob no supo reaccionar, solo se dejó llevar por su compañero, mientras Slender poco a poco iba regenerándose. Luís cogió el móvil y abrió raudo la puerta del apartamento, corriendo para bajar las escaleras, pero Slender comenzó a correr tras ellos, impulsándose con sus tentáculos en las paredes.
-¡Pero… ¿que coño es esa cosa!? –Exclamó Jacob.
-¿¡Crees que hay tiempo para explicaciones!? –Le gritó. Pese a un par de tropezones, lograron llegar al primer piso antes que el ser y abrieron la puerta para escapar– ¡¡Tenemos que salir de la ciudad!!
-¡No, espera, la policía esta a punto de llegar, ellos pueden solucionarlo!
-¿¡¡La policía!!? ¡¡No!! ¡Nadie puede saber que esa cosa existe!
-¡Pero…!
-¡Hazme caso!, sé de que hablo…
Jacob no se lo pensó demasiado antes de asentir y seguir a Luís por las callejuelas, pero las sirenas de la policía comenzaban a resonar en el eco de los edificios y tuvieron que coger una ruta alternativa. Pronto llegaron dos coches patrulla frente al bloque de edificios, la policía bajó y comenzó a entrar dispuesta a ocupar el edificio entero, pero mientras Rodríguez mandaba a sus compañeros todos sus movimientos, vio a Luís y Jacob correr entre las calles, rápidamente comenzó a ir tras ellos. Las calles estaban cubiertas de una densa neblina que cubría el suelo, cuando inesperadamente, Slender se apareció ante Luís y sacó decenas de tentáculos dispuestos a matar al chico, Luís logró retroceder lo suficiente como para escapar de aquellas mortales protuberancias y siguieron huyendo hasta la Calle de Denia, donde todavía estaba aparcado el coche de Luís. Nerviosamente, comenzó a registrarse los bolsillos.
-¿tienes las llaves? –preguntó Jacob alarmado.
-¡A la mierda! –Luís rompió el cristal, activando la alarma y abrió la puerta desde dentro. Lo más rápido que pudo comenzó a modificar los cables que había tras el volante.
Jacob esperó y comenzó a mirar a su alrededor, paranoico. Oía las sirenas de la policía por todas partes, estaba confuso. Pero lo que más temía en aquel momento era a aquel extraño ser que casi le ataca poco rato antes. Slender apareció pegado a las paredes de los edificios moviéndose rápidamente hacia ellos.
-Luís… ¡Corre!
-Solo un poco más…
-¡¡No hay tiempo!! –Slender ya estaba prácticamente sobre ellos, cuando la alarma dejó de sonar.
-¡¡Ya está, sube!! –Sin demorar ni un segundo se subió en el asiento derecho del coche y cerraron las puertas a tiempo para oir como Slender caía sobre el capó del coche y sus tentáculos comenzaban a cubrir los cristales. Luís arrancó y comenzó a tambalearse en la carretera hasta quitárselo de encima.
-¡Tenemos que salir de la ciudad cuanto antes…!
-Dios mio, esto no está pasando… No está pasando… –repetía una y otra vez Jacob, con un hilo de voz y a punto de echarse a llorar.
-Mira, sé que todo esto es muy, MUY raro, pero… ¡tienes que calmarte, ¿vale!? –Entonces sonó el móvil de Luís, rápidamente lo cogió y contestó– ¿Diga?
-“Esto ha sido muy inesperado… Tienes que salir cuanto antes de la ciudad y…”
Pero el ruido de las sirenas policiales le distrajo y el móvil se cayó bajo sus pies. Tres coches patrulla perseguían a Luís por la carretera, mientras este se saltaba semáforos y esquivaba a todo coche que se le pusiera por delante. En uno de lo coches iba el Inspector Rodríguez, informando desde un walkie-tolkie.
-A todas las unidades. Una persecución en Diagonal, el sospechoso es Luís Porter Codina, ha secuestrado a Jacob Gaspard Eugene, repito, esto es un secuestro. –Tras eso apagó el walkie-tolkie y encendió el megáfono– Luís Porter, entrégate de inmediato o tomaremos represarías.
Luís no hizo caso alguno y siguió atravesando hasta llegar a la autopista, donde logró distraerles haciendo una maniobra de lo más arriesgada y atravesando campo a través con los faros apagados. Continuó hasta una carretera de tierra muy dejada y oculta.
-Lo… hemos… conseguido. –Terminó, jadeando.
-Pero… ¿que hacemos ahora? T-tengo miedo…
-Yo también, Jacob. Tengo mucho miedo…

Detalles Cap. 11

Guau, este capitulo ha sido de lo más intenso :D
Bueno, no creo que haya demasiadas dudas, pero os traigo un par de cosas random para animar el cotarro.

En primer lugar, 

este pequeño montaje que he creado con una canción que hace tiempo ya os enseñé :3 :
http://www.youtube.com/watch?v=abihzgbHRao



Ya tenemos titulo oficial

Así es, he escogido un nuevo titulo para esta historia, posiblemente ya podais verlo en lo alto del blog,
El titulo es:
Slender: Secretos en las Sombras



Y una gran noticia:

Están haciendo una película de Slender :D
vi algunas cosas y, quien sabe, a lo mejor la hacen bien y todo :P
Slender está bien hecho, pero cambiaron alguna que otra cosa. La película se llama Entity, y podeis buscar trailers en Youtube



Cap. 11: La Hora de la Verdad


Cap. 11 La Hora de la Verdad

Luís notaba la presión en su cabeza y se levantó de la silla para poder llegar a la cama, sobre la que se desplomó enseguida. Tras colocarse entre las sábanas y adormecerse, hizo un último esfuerzo para ver la hora de su reloj de pulsera. Eran las siete de la tarde, se oía una potente lluvia en la calle y se avecinaba tormenta. Jacob se sentaba en su cama, observando el revólver, lo recordaba muy bien de las ocasiones en las que su padre lo usaba pensando que algo le perseguía. Pero aun así, ¿Por qué la tenía Luís? ¿Por qué la escondía? Todo apuntaba a una única respuesta: Luís era el asesino de Frederick, su padre. La policía le había avisado de ello, había estado en la escena del crimen, tenía el revólver de Frederick, se escapaba de casa y volvía tarde sin llegar a concretar donde había estado o que había hecho. Pero quedaba una pregunta que torturaba a Jacob: ¿Qué iba a hacer con él? Lo mejor que podía hacer era actuar como si nada hubiera pasado, hasta encontrar el modo de escapar. Se escondió el revólver en su espalda y cruzó el pasillo hasta el comedor, donde estaban la puerta que llevaba a la habitación de Luís, una gran mesa, el sofá, la televisión y un armario desde el que se veía toda la sala. La puerta del dormitorio estaba entreabierta, Jacob se acercó con cautela y espió. Luís estaba dormido y tapado por una gruesa manta de la cama. Jacob aprovechó para entrar sigilosamente y esconder el revólver en el mismo lugar donde lo había encontrado, al fondo de un cajón del armario de la habitación. Al cerrarlo, Luís emitió un leve sonido de queja. Jacob lo miró de un silencioso sobresalto, alarmado, para ver que seguía durmiendo. “Debió ser una pesadilla”, pensó. Lo observó unos largos segundos, preguntándose como alguien tan amable que le había ofrecido techo en aquellos días podía ser un asesino. La única posibilidad que le cuadraba en aquel momento era a su vez la más horrenda: Solo le quería para alguna otra actividad criminal o, incluso, para matarlo como hizo con su padre. En aquel momento se retiró de la habitación y cerró la puerta sigilosamente.
En la mente de Luís Slender acechaba y provocaba pesadillas, nacidas de dolorosos recuerdos. Un dolor indescriptible torturaba al chico mientras abría los ojos en una nueva pesadilla; No podía mover brazos ni piernas y un potente foco de luz le cegaba. Notó a varias personas de blanco moviéndose a su alrededor tomando diferentes herramientas, cada cual más inquietante que la anterior. Entre las personas notó una negra sombra que le observaba de brazos cruzados, al principio pensó que era Slender, pero su rostro poco a poco se difuminó hasta dejar ver su rostro de ojos verde claro y sin un solo pelo, era Krabe Irinov. Todos hablaban en un extraño idioma que a Luís le resultaba familiar pero inteligible. Detrás de Krabe un científico de pelo corto y castaño preparaba un  compuesto a espaldas de la camilla donde el cuerpo en el que se encontraba Luís estaba atado. Tras una pregunta incomprensible de Krabe, el científico respondió con un “Oui” (Para los que no sepan de francés, se pronuncia “wi”) y se giró con un matraz que contenía un líquido azul brillante y tenia una etiqueta con el símbolo de Slender. El hombre llevaba gafas  una larga bata blanca, Luís se percató de que era uno de los científicos de las fotografías. Comenzó a acercarse a la camilla y un médico tomó un poco de ese líquido en una jeringuilla y preparó la aguja. El cuerpo de la camilla comenzó a moverse nervioso tratando de resistirse, pero un médico le sujetó la cabeza y acercó la aguja, hasta que un relámpago despertó a Luís de un sobresalto.
La lluvia era intensa y se oían los relámpagos no muy lejanos. Luís pasó su mano por su frente comprobando que tenía fiebre. Seguidamente miró la hora en su reloj de pulsera. Eran las nueve de la noche, pero no le apetecía cenar nada. Vio el ordenador, el cual se había quedado encendido y, lentamente, se acercó a la silla y se posó con un movimiento pesado. Rápidamente volvió a abrir su correo y vio en la lista de chats a su buena amiga Emilie conectada. Viendo un ápice de esperanza en ella abrió un chat para relajarse un poco.
-hola, Emilie. –Tecleó.
-¡Hey, Luís! ¿Qué hay?
-Nada, aquí, un poco de capa caída…
-¿Y eso? –Tras formular la pregunta Emilie tecleó una cara triste.
-Nada, creo que me duele un poco la cabeza, eso es todo.
-Bueno… ¡espero que te mejores! Hey, ¿te acuerdas de mi moto? ¿La que me regalaron por mi cumpleaños?
-Claro que me acuerdo. –Luís esperó a que Emilie contestara y abrió un álbum de fotos virtual que guardaba en una carpeta.
En una de las fotos salían Luís y Emilie apoyados en una moto de estilo clásico. Luís sonreía al lado izquierdo, se miró a si mismo susurrando un “Ojalá todo vuelva a ser como antes”. A la derecha, apoyando el brazo derecho en la moto, estaba Emilie. Era una chica joven, de unos 22 años, y bastante atractiva. Tenía los ojos verde esmeralda y el pelo de un negro intenso que bajaba liso hasta unos centímetros debajo del cuello. En la fotografía llevaba un vestido negro largo y tacones, debido a que se encontraban en su propia fiesta de cumpleaños y estaba apoyada en su nuevo regalo. Entonces sonó el pitido del chat con un nuevo mensaje de Emilie.
-Pues nada, que no me funciona. Desde hace una semana y media que, cuando voy a arrancarla, no reacciona bien… A veces logro arrancarla si me estoy mucho rato, pero aun así da un palo… ¿No crees?
-Desde luego… Lástima que no sepa mucho de motos, si no te ayudaría a arreglarla.
-La verdad es que te hecho de menos… ¡Espero que pronto volvamos a vernos en persona!
-Yo también lo espero…
-Lo siento, Luís. Tengo que irme a cenar ya, luego hablamos, ¿Ok? Chao.
Cuando Emilie se desconectó, Luís se limitó a mirar pensativo a la pantalla durante unos largos segundos. Solo se oía la lluvia de fondo y el ventilador del ordenador si prestabas atención. Luís se decidió y comenzó a redactar un mensaje en blanco. Las palabras emanaron solas:
“Sé que puedes leer esto, DR. Necesito más respuestas. Si has sabido hackear los archivos de la policía internacional y pudiste aparcar mi coche después del incendio, estoy seguro de que estás leyendo esto ahora mismo. Tú, por algún motivo que desconozco, sabes qué está ocurriendo aquí, y yo quiero que me lo cuentes TODO. Aquí y ahora. Me da igual lo que digas, estoy preparado.”
Luís dejó el mensaje, ni siquiera lo envió. Solo esperó unos largos minutos, pero al fin DR le contestó en un chat.
-“¿Estás seguro?”
-Sí –Tecleó decidido.
-“Está bien… ¿dónde nos quedamos?”
-Cuando Mikael Kernaboyl se une a la mafia de Krabe Irinov, si mal no recuerdo.
-“Entonces ahora viene la parte más dolorosa… –Luís prestó más atención al leer aquello y se acercó un poco más a la pantalla. –Krabe amenazó a Mikael, diciéndole que si no le traía el dinero le quitaría lo que “más le importaba”. Mikael y su hermano Loik trataron de huir y se escondieron en una casa vieja que posteriormente fue quemada. Krabe secuestró a Loik Kernaboyl y le dio una semana a Mikael para pagarle, durante aquella semana Mikael timó y robó a pequeña escala para lograr recuperar todo el dinero posible. Pero Krabe aprovechó que tenía a Loik en sus manos… -El informador tardó en seguir escribiendo en este punto, puede que por dolor o por duda, pero terminó de escribir:– Y experimentó con él. En un laboratorio de drogas, junto a muchas más victimas, Krabe supervisó como un equipo de científicos trabajaban en la creación de una potente droga que alteraría su ADN.”
El informador le pasó por correo un archivo con varias imágenes. La primera era una ficha con datos tachados de un científico de pelo castaño corto, algo de perilla y gafas un tanto antiguas.
-“Ese es Dominique Romero, conocido como “Doctor Romero”. Era un científico clandestino contratado por Krabe Irinov para crear una droga que alteraría el ADN de sus hombres, con el fin de hacerlos “inmortales”. Romero sabía perfectamente que eso era imposible, pero mientras pudiera hacerle creer a Krabe que así era, le bastaba. Diseñó un compuesto químico que soltaría unos gases cuando entrara en contacto con las neuronas cerebrales las alteraría, dándoles capacidad de autonomía y pensamiento independiente. En definitiva, le daría “vida artificial”. De esta manera, aunque el cuerpo dejara de responder y el corazón dejara de funcionar, la energía de las neuronas buscaría otro huésped y podría seguir viviendo, pero en otro cuerpo.”
-No acabo de entenderlo –Tecleó Luís, necesitado de palabras más concisas.
-“En definitiva, Romero había encontrado el Alma de las personas. Dicen que cuando uno muere, pierde 21 gramos de su peso total. Mucha gente dice haber fotografía un vaho que emana el cadáver inmediatamente después de morir… Pues bien, Romero tenía la teoría de que esa esencia vaporosa es la electricidad estática que recorre nuestro cuerpo. Las neuronas están interconectadas por corrientes eléctricas, la droga que hizo Romero daba vida propia a esa energía, de modo que, al morir el cuerpo, pudiera ir a otro huésped y seguir viviendo. Pero lógicamente la droga estaba en periodo de pruebas, y Loik era su conejillo de indias. Era un cuerpo joven con una mente limpia e inocente…” –Luís rememoró entonces la última pesadilla de Slender, la cual no era más que un recuerdo de Loik, de cómo le inyectaron la droga.
-Y… ¿que pasó después de que se la inyectaran?
-“Loik pasó dos días con los ojos completamente blancos y sin poder mover su cuerpo correctamente. La semana terminó y Krabe, sus hombres, y Mikael quedaron para el intercambio en un almacén del puerto de Minsk. Pero Mikael solo pudo encontrar apenas la quina parte del dinero. Krabe mostró su furia y la desató contra Loik. Lo degolló delante de su propio hermano.”
-Oh dios mio, eso es- –Pero Luís no pudo pulsar “enter” para enviar el mensaje, cuando notó un gélido aliento en su nuca. Se giró lentamente, pero antes de poder mirar atrás, Slender entró dentro de su mente y le provocó una visión llena de dolor y sufrimiento. Luís comenzó a tambalearse y dar fuertes espasmos contra la mesa de su habitación, mientras la pantalla se llenaba de Interferencias.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Detalles: Cap. 10

Pues, tras nosecuantosmil dias sin ubir un nuevo capitulo, aquí está :D
Es un capitulo muy intenso. Me encantará oir todas vuestras teorias, ponedmelas en los comentarios, por favor :3

Musica

Pues hoy tenemos un nuevo tema, concretamente uno muy divertido XD
aqui teneis http://www.youtube.com/watch?v=9iOk8Ldc9Aw&feature=relmfu
hasta otra hamijosss!!!! :3!