domingo, 16 de diciembre de 2012

Cap. 13: Un Largo Camino



Luís mantenía la vista perdida en la carretera, observó unos segundos al tembloroso Jacob, quien todavía tenia los ojos como platos y las manos le temblaban ligeramente. El silencio se mantuvo unos minutos, ninguno de los dos sabía que decir.
-… Mira, Jacob. No quería que te enteraras, y menos así… Sé que todo esto debe ser muy “extraño” y confuso para ti, pero debes confiar en mí. Te llevaré a un sitio donde ambos estaremos a salvo –Mintió Luís.
-Yo… yo lo único que quiero ahora es que todo vuelva a ser como antes…
-Eso no puedo asegurártelo… Las cosas han cambiado mucho… Supongo que querrás saber que era esa cosa. –Jacob asintió, dudoso, y Luís respondió con un largo suspiro– Se llama Slenderman. Lleva asesinando a personas desde el 58. Tu padre fue una de sus víctimas. –Jacob esbozó un rostro que mostraba sorpresa, dolor y paranoia al mismo tiempo– En un principio, yo era su víctima, y si no le decía a nadie que existía, no me mataría. Pero, aún no sé porque, tú le viste, y oíste lo que dije, así que ahora tú te has convertido en la nueva víctima… y ahora me busca a mí para matarme.
-Oh, dios… Entonces, ¿ahora qué hacemos?
-Hay una persona que creo que puede ayudarnos. Le buscaremos y después… Bueno, eso ya lo veremos. –Se produjo otro largo silencio en el coche, mientras ambos se planteaban multitud de cosas. Pero entonces Luís dedujo que pensaba Jacob– Tu padre también era una víctima. Me lo encontré en el tren y… Acabé obligándole a que me dijera quien le perseguía. Desde aquel día soy una de sus víctimas. Y él está muerto. Lo siento mucho, de veras.
-… –Jacob tardó en contestar, pero definitivamente las palabras emanaron solas– Yo al principio lo intenté también. Los primeros meses desde que murió mi madre, intenté sacarle a mi padre quien le perseguía, pensando que se trataría de un asesino. Pero al final los médicos decretaron que estaba loco, así que dejé de preguntar… No te culpo, podría habérmelo dicho a mí como te lo dijo a ti.
-Gracias por comprenderlo. –Contestó, esbozando una sonrisa. Se dispuso a decirle algo, pero sonó su móvil. Tras rebuscar bajo sus pies logró sacarlo de debajo del asiento y contestar– ¿Diga?
-“¿Qué ocurrió? Perdí la conexión” –Sonó una voz distorsionada.
-La policía me perseguía antes. Pero ya hemos salido de la ciudad y no nos molestan más.
-“La policía es lo que debería importarte menos ahora. Tienes que ir a La Cerdaña, concretamente a la frontera de Francia. Allí está mi laboratorio, donde estaréis a salvo.”
-De acuerdo, vamos para allá.
-“Otra cosa… Recuerda que Slender puede entrar en tu mente. Sería peligroso para ambos que supiera donde me encuentro. Procura no pensar demasiado en mí ni en el sitio al que vas. Tampoco pienses mucho en Slender, cuanto más distraído estés menos posibilidades hay de que te ataque. Y por último… Tenía una micro-cámara instalada en el techo de tu coche, ¿que ha sido de ella?”
Luís echó un vistazo atrás, inspeccionando la abolladura en el capó provocada por Slender, y una diminuta cámara caída sobre el asiento trasero. La cogió con dos dedos y se quedó mirándola.
-Así que me observabas con esto, ¿eh?
-“No hay tiempo para explicaciones. Haz lo que te he dicho y ven al laboratorio. Y recuerda, no pienses demasiado en él” –La conexión se cortó.
-¿Que te ha dicho? –preguntó Jacob.
-Me ha dicho dónde ir, y me ha recomendado que no pensemos mucho en Slender.
-Me temo que eso va a ser complicado… –Dijo Jacob. Aceptando la cruda verdad.
-No perdemos nada por intentarlo… Charlemos. Dime algo sobre ti, yo te digo algo sobre mí… Ya sabes.
-Bueno… Cuando me siento estresado juego a videojuegos. A mí siempre me ha gustado jugar a videojuegos de todo tipo. Y sé que hay gente que gana mucho dinero haciendo videos para compañías de videojuegos, siempre he querido ganarme la vida de esa manera, pero teniendo que cuidar a mi padre a todas horas era imposible… Tal vez en un futuro me dedique a eso y me ponga un seudónimo raro y cómico –Dijo, soltando una suave risa mientras hablaba.
-Mola… A mí también me gusta mucho jugar a videojuegos, pero mi pasión es la música… Tengo una mesa de mezclas con la que puedo hacer todo tipo de música. Ya sabes, Dubstep, techno, Drum n’ Bass… Hace unos años trabaje en una discoteca, mira.   –Luís sacó de la guantera una cartera, y de esta, una tarjeta de la discoteca y se la ofreció a Jacob. En el reverso ponía “Con DJ Luís Porter”.
-Así que… Luís con tilde, ¿eh?
-Sí, ya sé que mi nombre “peculiar”. Mi madre tiene orígenes portugueses y cuando me pusieron el nombre, decidieron darle ese “toque”. A mí personalmente no me importa, es mi toque personal.
-Bueno, yo creo que es bueno tener nombres peculiares. ¡Mi nombre es más soso que un filete sin sal! –Ambos rieron ante el chiste. Pero en el fondo, Luís sabía que esa tranquilidad no iba a durar demasiado.
Al menos había conseguido lo que quería: Distraer a Jacob para que no pensara en Slender. ¿Pero cuánto iba a durar? Quedaba un largo camino hasta llegar a DR, y Slender siempre está acechando, y ahora es más peligroso que nunca.
A Luís ya no le importaba sobrevivir o morir a manos de Slender, pero aún le quedaba algo por hacer: asegurarse de que su siguiente víctima estaría a salvo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario