siento romper el hilo argumental de slender en este punto, pero es preciso que explique mi situacion a un público fiel como vosotros. a diferencia de la historia de Luís y Slender, esto que os voy a contar es totalmente VERÍDICO.
Os voy a contar la situacion tal vez más terrorífica que he vivido, y fue ayer por la noche. os pido que me creáis cuando cuente esta corta historia:
22/08/2012
Hacía apenas cuatro días que habiamos vuelto de las vacaciones en los Pirineos y decidimos organizar una cena con nuestros amigos. Nos fuimos por la tarde a la playa y seguidamente a cenar en casa de una conocida, todo fue perfecto aquella noche: amigos de la infancia, charlas, juegos... así que volvimos tarde por la noche, sobre la una. Me di una ducha (ya sabeis la calor que hace) y, puesto que madrugo para ir a la academia, me fui a mi habitacion para descansar. Al rato se hizo el silencio en la casa; mi hermana se había ido a su habitación y mis padres a dormir en la suya, en cuanto a mí, yo estaba viendo videos divertidos de Pewdiepie con la puerta cerrada, y pronto me vino el sueño. Cerré los ojos y poco a poco me dormía, pero el silencio me "dirstrajo", estoy acostumbrado al ruido de las calles, los coches, o el ruido de la televisión cuando mi hermana se queda hasta tarde escuchandola. Cuando logré dormirme me introduje en un airreal pesadilla,ese tipo de sueños en los que no ves nada, pero el sufrimiento es agonizante. Algo me apretaba los huesos, me sentía presionado, y desperté. me pareció ver un cuerpo observandome cerca de mi cama, abrí los ojos como platos hasta percatarme de que solo era la ropa, pero algo más extraño sucedió: sonaban unos pasos en el comedor, unos pasos ligeros y muy seguidos entre sí, como los de un niño correteando. me preocupé bastante por el ruido, asi que me levanté para abrir la puerta y ver que había, me dirigí a ella y la abrí, para encontrarme con la oscura sala, vacía. me tranquilizé y volví a la cama, pero al poco rato el sonido volvió. algo me impedía cerrar los ojos y descansar, si los cerraba me envolvía una extraña paranoia y me sentía observado, comencé a desesperarme, quería que el silencio volviera, quería dormir, pero tenía miedo de que ambas cosas pasaran. fue entonces cuando mi hermana, involuntariamente, me tranquilizó, se puso la televisión, como de costumbre, y se puso los nuevos capítulos de sus serie favorita, que se había bajado de internet. el ruido de la tele ahogó los inquietantes pasos y pude volver a descansar. recuerdo la hora 4:16, fue la ultima hora que pude entrever en el reloj. una pesadilla semejante a la anterior, ahora con sollozos de agonia, me atormentó un largo rato, que al despertar pude saber que duró tres cuartos de hora, ya eran las cinco. Por desgracia mi hermana había quitado la tele y el sonido había vuelto. Dada la posición de mi cama, miré a mis piernas, detrás de ésta la puerta, me quedé mirandola un largo rato en silencio, con mi respiración acelerada y notando los potentes pálpitos de mi corazón. ahora se oía tambien un leve chirrido, muy agudo y fino, que casi no podía oir, tapado por mi propia respiración. Fue en ese momento, que vi una fugaz sombra que pasó de un lado de la puerta a otro muy veloz, la sombra era alta e imponente, aunque no pude ver su forma. pegué un pequeño brinco del susto y seguí mirando la puerta, asustado. estaba paranoico y paralizado, no quería salir de mi habitación para saber quer era aquello, pero por otro lado mi habitación era muy oscura y la posicion de la cama, si quería dormir, no era la apropiada sabiendo del intruso. me levanté con miedo y fuí temblando a la puerta, mi hermana dormía profundamente en el sofá, frente a la tele apagado y la puerta del balcón abierta. fui con ella rápidamente, sin despertarla, y me estiré como buenamente pude, ya que mi hermana ocupaba gran parte del sofá. entraba luz de la cocína, la cual tenñia una luz florescente que siempre dejabamos encendida, y tambien una leve luz de las farolas de la calle por el balcón. esas luces contrastaban con el pasillo que llegaba a la habitación de mi hermana, era atípico que estuviera tan oscuro. me coloqué de manera que podía ver el resto del salón y la puerta del balcón, trataba de cerrar los ojos para dormirme, pero no poder ver que sucedía a mi alrededor me estresaba y mantenía los ojos abiertos, atento. No solo me sentía observado, tambien sabía de donde me observaban: de aquel oscuro pasillo. Algo me observaba en aquel lugar, de allí venian los pasos y los sollozos, pero no tenía el valor suficiente para ir a ese lugar. tuve suerte, ya eran las seis y media, salía el sol. Toda la casa se iluminó y dejando ver que en el salón no había nada, pero la luz no llegaba al pasillo, que seguía tan oscuro. Pero algo me hizo sentir relajado y logré cerrar los ojos con seguridad y con el rato, dormirme. Toda aquella situación me provocó una última pesadilla, en esta si habia una imagen clara. habia unos seres pequeños y difuminados. no más de metro y cuarto de alto. los acompañaban aquellos sollozos, pero más potentes. Detrás de los seres había una alta sombra, yo la identifiqué como Slender, y entonces desperté en el sofá de nuevo. No le dí importancia a la pesadilla, al fin y al cabo era la única explicación "lógica" que aba mi cerebro, era solo una interpretación. lo unico certero es que me lloraban los ojos y me temblaba todo el cuerpo aún, estuve despierto un buen rato hasta que sonó el despertador de mi madre, eran las nueve, la hora en la que me despertaba para ir a la academia de verano. mi madre se levantó y me vio en el sofá, yo no me levantaba aún, estaba cansado, casi no había dormido y todavía temblaba del miedo. Mi madre, viendome las intenciones de quedarme allí y no ir, comenzó:
"No, vas a ir a la academia. estamos pagando un dineral para que vayas, ¡y no pienso dejar que faltes un solo día!"
"Pero mama..." -Comenzé, queriendo que se acercara y decirle todo lo ocurrido
"Levantate ya y vistete" -contestó ella
Obedecí y me levanté, con sueño y temblando, para prepararme e irme a la academia. acabo de volver, e estoy comportando de una forma mucho más fría de lo normal, es la hora de comer y no tengo ningún hambre, no se que me ocurre. Lo primero que he hecho ha sido escribir esto para que no se pierda en mi memoria y perdure esta historia. seguiré con mi vida normal, pese a todo, escribiré más Slender y haré lo mismo que he estado haciendo hasta ahora, solo dejadme un pequeño lapsus para que asimile que me ocurrió ayer por la noche.
Hasta entonces, Adiós.
jueves, 23 de agosto de 2012
domingo, 19 de agosto de 2012
Detalles: Capítulo 8
diría que nada nuevo, asi que os he hecho perder n minuto de vuestra vida :3
nah, es coña!
traigo el tektek de uno de los cientificos de las fotografias:
os traigo tambien un NOTICIOOOOON :OO
han hecho un nuevo juego de slendy :D
que da mucho cague :'D
podeis ver a PEWDIEPIE :3 Jugando al nuevo juegorlll (click en el enlace)
thanks for your atention X3
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Cap. 8: Sospecha
Luís llegó hasta su apartamento, aún confuso y atónito.
Nada más entrar Jacob se levantó del sofá alarmado.
-¡¡Luís!! ¿¡Donde te habías metido!? –Luís seguía sin
decir nada, con los ojos como platos, y se sentó en el sofá. En la televisión
daban la noticia del incendio en Montnegre, Luís apuntó a la televisión con la
mano temblorosa.
-¡Estaba… allí!
-¿¡Que!? ¿¡Y qué coño hacías allí!?
-Iba a… buscar una cosa.
-Pero dime que pasó, ¿cómo escapaste del incendio…?
-El Inspector Rodríguez me ayudó, estaba por allí cerca.
-Ahora que lo dices… no importa. Recordaba algo de la
comisaría…
-¡Es verdad!, ¿Qué tal te ha ido?
-¡Eso no es importante ahora! Debes descansar y…
-Nah, tranquilo, estoy bien. No dejemos que este
incidente afecte a nuestra vida –dijo Luís, tratando de distraer a Jacob, quien
le miró de reojo.
-De… acuerdo. Esta mañana fui a la comisaría porque ya le
han hecho las pruebas forenses, por lo visto fue… asesinado –Luís tragó saliva.
-Y… ¿se sabe quién?
-Jacob negó con la cabeza.
-Todavía no. –Luís se retuvo un suspiro al oírlo y se
levantó.
-Bueno, voy a ir a mi
habitación a relajarme. ¡Avísame para la cena! –en cuanto Luís cerró la puerta
de la habitación, se dio un cabezazo
contra la pared– ¿¡Que hago ahora…!?
Mientras tanto, Jacob se quedó
sentado en el sofá, pensativo. Recordaba las palabras del policía una y otra
vez…
“-Buenos días, señor Gaspard.
Supongo que querrá saber los detalles cuanto antes.
-Así es –contestó Jacob– por
teléfono me avisaron de que ya habían hecho las pruebas forenses.
-Señor Gaspard, me duele mucho
decirle que su padre fue asesinado.
-¿¡QUE!? –exclamó Jacob
levantándose bruscamente
-Tranquilícese, deje que le
demos detalles –un policía sentó a Jacob de nuevo– desde el principio del caso
supimos que algo había atravesado la garganta de Frederick, provocándole un
agujero entre el cuello y la boca. Tras las pruebas forenses pudimos aclarar
que el impacto fue frontal y a gran distancia, muy seguramente impacto de bala.
-¿Encontraron la bala?
-No, pero deducimos que estaría
en la escena del crimen. Fuimos a inspeccionar pero ni rastro de balas,
sospechamos que el asesino fue a la escena del crimen para eliminar las pruebas
y llevarse la bala.
-¿Algún sospechoso?
-bueno… si hay uno. Yo mismo vi
cómo, a parte de la policía, hubo otro chico en la escena del crimen, “Luís
Porter…”
-¿¡Luís!? ¿¡Insinúa que Luís es
el asesino!?
-tranquilo, señor Gaspard, solo
digo que es el único sospechoso por haber estado en la escena el crimen… el
Inspector Rodríguez ha ido ya en su busca. Nos dijo que sospechaba de él y que
estaba vigilándole. Ahora mismo, si no nos han informado mal, Rodríguez está
siguiendo al señor Porter en la autopista, en dirección a Mataró.
-¡Oiga, Luís no es el asesino!
Avísenme cuando encuentren al verdadero asesino. –dijo Jacob levantándose y
abriendo la puerta para salir del despacho.
-No digo que Luís Porter sea el
asesino… –Jacob se quedó en la puerta un rato más, escuchando– solo digo que,
si sigue viviendo con él, tenga cuidado.”
Jacob mantenía en su mente
aquellas palabras una y otra vez. Tenía claro que Luís no era un asesino, pero
desde luego le estaba escondiendo algo, siempre evitaba hablar de Frederick y
nunca le contaba detalles de lo que hacía.
Mientras tanto, Luís se puso a
investigar de nuevo. Mientras buscaba información sonó el pitidito del correo,
Emilie había entrado en el chat.
-¡Hey, Luís! ¿Qué hay?
-Ah, hola, Emilie… –Luís no
escribió nada un corto rato, y luego le pregunto– oye, ¿te importaría buscar
una cosa?
-¿El qué?
-Es una frase de u… crepypasta.
El problema está en que no sé qué significa: “Вы наступны”. Creo que podría ser
ruso…
-OK. Tú déjamelo a mí y ya
buscaré que significa.
-¡Muchas gracias! –Luís
escondió la ventana del chat y se puso a buscar por su cuenta.
Acabó aburriéndose de buscar y
se puso las manos en los bolsillos pensando que hacer, en ese momento notó un
bulto en el bolsillo derecho, eran las dos fotografías que venían a parte en el
sobre, las únicas que Luís mantenía. Se las miró bien, una era un científico de
ojos verde oscuro, algo joven, gafas y pelo negro rizado. La otra fotografía
era familiar, con una mujer, su hijo y otro científico frente a una mansión. Lo
primero que le resaltó en la fotografía era la posibilidad de que fueran el
mismo científico, pero pronto descartó la idea al ver que el científico de la
fotografía familiar era más adulto, con barba y el pelo castaño y corto. Tras
eso se fijó en la mansión que había detrás, era la misma que vio en una de las
visiones de Slender, solo que en la visión estaba en ruinas.
Pronto se dio cuenta de que, si
no recuperaba las demás fotografías, no podría seguir investigando. Sonó el
pitido, nuevo mensaje de Emilie.
-¡Lo encontré! El mensaje es
“Eres el Siguiente” en Bielorruso, terrorífico, ¿no crees? –Luís abrió los ojos
como platos y no contestó, Slender le había avisado la misma noche que mató a
Frederick y ni se había percatado.
-¿Bielorruso dices? –preguntó
Luís finalmente, tras rato de meditar.
-Sí, se asemeja al ruso
estándar, pero ya que es otro país, su gramática cambia considerablemente. Pese
a todo es fácil confundirlo, su escritura es la misma.
-Muchas gracias, Emilie –Luís
guardó aquellos datos en el mismo documento donde tenía el artículo de Jacques
Gilbert, hermano del Inspector– yo creo que me voy a cenar, ¡adiós!
Se despidieron y Luís se fue a
hacer la cena. Como no tenía mucha hambre, se preparó un simple Sándwich. Se
sentó en la mesa y vio a Jacob viendo la tele en el sofá.
-¿No cenas…?
-Yo ya cené hace media hora.
¡Estabas tan distraído con el ordenador que ni te diste cuenta!
-Vaya, Jeje… pues mañana tengo
pensado ir a comisaría, a preguntarle algo al Inspector.
-Tú mismo, yo me quedo aquí.
Luís se fue a dormir algo más
pronto de lo normal, agotado por todo lo sucedido. Jacob se quedó poco más, pero
se fue a su habitación a dormir. En cuanto el silencio se apoderó del
apartamento, una neblina se coló por las rendijas de la ventana y comenzó a
avanzar a ras de suelo, hacia la habitación de Luís. Entre la neblina, dos
protuberancias negras reptaban por el suelo, sinuosas. Luís dormía en su cama
sin percatarse de nada, cuando las dos protuberancias comenzaron a erguirse y a
enredarse entre ellas, hasta pegarse por completo. De la masa negra salieron
numerosas protuberancias pegajosas que poco a poco tomaban forma hasta formar
un cuerpo humano, cubierto por un traje y de una altura considerable. Su rostro
estaba vacío. Slender se colocó la corbata y miró a Luís fijamente. Poco a poco
alargó su brazo para tocarle con el dedo índice en la frente, tras eso Slender
se empezó a convertir en un vaho blanquecino lentamente, y se introdujo en el
cráneo de Luís, provocándole pesadillas.
Luís abrió los ojos y vio las
vías del tren a su izquierda, a lo lejos se oía una respiración pesada. Luís no
podía moverse, al menos no por voluntad propia. Todo se cubrió de neblina y
cuando se disipó, el cuerpo en el que se encontraba Luís estaba frente a un
desesperado Frederick, quien tenía el símbolo de Slender en la frente, marcado
en un rojo brillante
-¡S-sé que vas a hacerme!
¡¡Romero me avisó…!! –le decía a Luís– Por favor Slender, acaba conmigo… ¡pero
ten piedad de ese pobre chico del tren, él no tiene culpa! –Luís se percató de
que el cuerpo en que se encontraba era el de Slender, como si pudiera ver lo
que él veía– Perdónale, ¡te lo ruego! ¡Acaba con todo esto! –Slender negó con
la cabeza y apuntó a Frederick con su dedo índice– ¡¡No lo hagas, Loik, no
lo-!!
Un tentáculo negruzco salió
casi disparado hacia la boca de Frederick, atravesándole la garganta por
completo. El cuerpo del hombre cayó al suelo, sobre su propio charco de sangre.
Slender se acercó hacia Frederick con un par de zancadas, mientras este
dibujaba el símbolo de Slender con el dedo. El ser miró a Frederick una vez
más, y vio como el símbolo en su frente se desvanecía, junto a su respiración,
y finalmente, el cuerpo quedaba inerte por completo. Una vez más, la neblina
cubrió Slender para hacerle aparecer en
otro lugar, esta vez en el tren, justo cuando Luís iba a salir, Slender le miró
apenas unos instantes antes de que todo se volviera borroso y la visión se
llenara de interferencias.
Luís despertó en ese instante,
con el corazón a mil y los ojos abiertos a más no poder. Se palpó la frente en
busca de alguna anomalía, todo andaba correcto. Se quedó sentado en la cama
mientras se tapaba la cara. Luís nunca pudo olvidar aquella visión, en la que
se vio a sí mismo, mirando a Slender asustado, y con la marca en su frente,
verificándolo como una de sus víctimas.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Detalles: Capítulo 7
WOW, me ha encantado escribir este capitulo :D
espero que a vosotros sus haya gustado leerlo tambien ;D.
en fin, traigo muchas cosas, of horse B-)
Musica:
tengo una musica epica que tal vez utilice en un futuro:
Nigthmare House 2: final battle - Dr. Romero's Core
Tektek:
traigo miuchos teks :D
espero que a vosotros sus haya gustado leerlo tambien ;D.
en fin, traigo muchas cosas, of horse B-)
Musica:
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Nigthmare House 2: final battle - Dr. Romero's Core
Tektek:
traigo miuchos teks :D
Slender |
misteriosos niño de la vision |
misterioso trajeado de la vision |
Cap. 7: Slender
Luís despertó en el despacho de Rodríguez, todavía estaba
algo mareado y confuso. El inspector estaba sentado en su sillón cuando de se
percató.
-Oh, ya has despertado. Tienes muchas cosas que contarme.
-¿¡Que hacía usted allí!? –saltó Luís.
-Aquí hago yo las preguntas.
-¡De eso nada! No creo que usted llegara antes que los
bomberos… ¿¡me estaba siguiendo!?
-Escúcheme, señor Porter, este no es momento para
absurdeces como esas…
-No, usted sabe algo de todo esto, usted conoció a
Jacques Gilbert… –la cara del inspector cambió en el acto, mirándole con una
fulminante mirada– ¡dígame que sabe sobre estos asesinatos!
-No, señor Porter –el Inspector agarró a Luís de la
camisa y le miró amenazante– ¡usted va a decirme que sabe de mi hermano!
Luís abrió los ojos como si hubiera tenido una revelación
y pensó un momento que contestarle al inspector.
-Su hermano… desapareció en el 75, ¿me equivoco?
-Si… –comenzó Rodríguez, soltando al chico.
-Es este chico, ¿cierto…? –Luís sacó de su chaqueta el
sobre y buscó la fotografía de Jacques Gilbert. El inspector le quitó la
fotografía y el sobre para inspeccionarlos bien a fondo.
-¿De dónde has sacado esto…?
-En el bosque, alguien me guió hasta allí. No se quien,
pero parece estar informa…
-¿¡Sabes quién era!?
-No, solo me llamó en una ocasión y su voz estaba
distorsionada…
El Inspector calló un rato, mientras inspeccionaba una a
una las fotografías. Tras es miró a Luís de reojo, volvió a guardarlas en el
sobre y se lo guardó bajo la chaqueta.
-Esto se queda conmigo, son pruebas.
-¡pero no puede quitarme eso…!
-¡aquí hay una lista de diferentes fallecidos, son
pruebas del crimen, señor Porter…! Esta conversación ha terminado, volveremos a
llamarle cuando tengamos más información.
Luís no dijo nada y se marchó del despacho. Justo al salir
de la comisaría de Gracia (para quienes no conozcan Barcelona, hay varias
comisarías, y una de ellas en Gracia, un barrio algo importante), el móvil
recibió un nuevo mensaje, Luís se quedó algo confuso al ver el mensaje:
“no te preocupes por tu coche, lleva aparcado en la Calle
de Dénia desde las 11:00 PM. Cortesía de “D.R” PD: el Incendio no estaba
previsto”
¿Quién era “D.R”? ¿Sería el mismo que guió a Luís hasta
el sobre? Luís volvió en dirección a su
casa por el camino de siempre, pensando en todas aquellas situaciones que, en
apenas una semana, habían sucedido. ¿Por qué Slender tarda tanto en matar a sus
víctimas? Además, en cuanto mata a una, empieza a acosar a otra. Y entre las
victimas siempre hay algún tipo de familiaridad. Luís cruzó una callejuela
estrecha mientras ataba los cabos sueltos. Cuando, de pronto, se dio cuenta de
una conexión:
-hasta que una víctima no da a conocer a otra persona que
Slender existe… ¡slender no mata! Y una vez ya hay otra persona que sabe de
Slender, Slender mata a su víctima y empieza con el siguiente. Eso explica
porque hay una conexión entre víctima y víctima, hasta que una no recurre a
otra como ayuda, Slender no mata… ¡por eso acosa! Obliga a sus víctimas a que
pidan ayuda a otra persona. Eso explica porque… porque Frederick no quería
decirme nada de Slender… él sabía que si me lo decía ambos correríamos peligro,
pero yo le forcé a decírmelo, y ahora él ha muerto… no debo decirle a nadie
nada de est-
De pronto, Luís escuchó un susurro en su cabeza, el
tiempo parecía haberse parado por completo. Luís se sintió completamente
incomodo, algo le decía que alguien le vigilaba…
Luís notó un gélido aliento en su nuca. Lentamente, se
giró para ver el imponente ser que le observaba a, apenas, un metro de él. Era
alto, aproximadamente tres metros, sus piernas y brazos eran raquíticos y mucho
más largos de lo normal. El ser le miraba algo encorvado, no tenía rostro
alguno, ningún pelo adornaba su cabeza. Iba enfundado en un traje negro, con
una corbata roja descolorida y se entreveía una camisa blanca debajo. El ser
desprendía un olor putrefacto, el mismo que Luis percibió en el cadáver de
Frederick y en el callejón días antes. Tragó saliva, estaba paralizado y no
podía moverse, pero su curiosidad le llevaba a observar a aquel ser atento. Lo
conocía bien, las descripciones que circulaban por la red eran exactas, era el
denominado “Slender Man”. El Ser acercó su cara a Luís y este notó el aire cada
vez más frío, Luís seguía sin poder moverse en absoluto. No podía correr, huir…
solo esperar y ver que iba a hacer el ser. Sabía que podía matar, ya lo había
hecho antes y lo volvería a hacer, “aún no –pensó Luís– ¡su pauta no es esta!”
Slender acercó su brazo a Luís y apuntó con su dedo índice. Su mano era pálida
y huesuda, la fue acercando a la frente del chico, quien sentía su corazón
palpitar a un ritmo alarmante. Sus piernas no respondían, se desesperaba.
Tampoco podía hablar para pedir ayuda. El dedo poco a poco se acercó hasta su
frente hasta, al fin, tocarlo, tras eso, Luís perdió totalmente el
conocimiento.
Cuando Luís abrió los ojos, se encontraba en medio de un
bosque, tirado en el suelo. Todo parecía difuminado y confuso. Luís se levantó
y miró a su alrededor, a su derecha había una gran mansión, la reconoció como
la mansión que salía en una de las fotografías. Avanzó lentamente hacia ella y
abrió la puerta con fuerza, en el interior de la casa todo estaba oscuro y
destrozado, solo entraba luz por las rotas ventanas. Luís vio una mancha de
sangre seca en el suelo del vestíbulo, se acercó con cautela, y la examinó,
cuando de pronto notó un pálpito potente, miró a su derecha y vio a Slender en
una puerta, observándole. La cabeza de Luís daba espasmos violentos, lo único
que podía hacer era cubrirse la frente con la mano, se arrodilló en el suelo,
notando su corazón palpitar alarmantemente y viendo cada vez más difuminado.
Levantó la vista, Slender le miraba muy cerca, amenazante, mientras sus
tentáculos se acercaban. Y al fin, Luís volvió a desmayarse, para aparecer en
otro lugar completamente distinto. Esta vez, era una casa vieja, negruzca y
antigua, a su derecha había un niño sentado en el suelo, llevaba una bufanda y
una chaqueta polvorienta, estaba llorando. Lo reconoció como el niño de la
última pesadilla que tuvo, se acercó con miedo, pero esta vez escuchó un ruido
detrás suyo, un joven chico, de ojos y pelo negro, con camisa blanca sucia y
tejanos rasgados, acababa de subir las escaleras y fue rápidamente con el niño;
comenzó a hablarle en un extraño idioma mientras el niño levantaba la cabeza.
El niño ya tenía un rostro normal, de ojos y pelo negros, semejantes al del
otro chico, lo único extraño era la marca azul que tenía en su frente, era el
símbolo de slender: el círculo y el aspa que lo cruzaba. El pequeño negaba una
y otra vez con su cabeza mientras el adolescente le hablaba. Mientras Luís
observaba la escena, los susurros de Slender volvieron y le dio otro espasmo en
la cabeza. Tras eso, Luís podía entender lo que decían como si hablaran su
idioma.
-Tranquilo, Loik. Los hombres de traje ya se han ido.
-¡No, no, no! –repetía el niño una y otra vez.
De pronto sonó la madera romperse y el adolescente se
giró rápidamente para ir a las escaleras de nuevo. El niño se volvió a tapar la
cara, llorando. Luís decidió ir a ver que ocurría fuera de la habitación, dándose
cuenta de que ahora flotaba a escasos centímetros del suelo. Llegó a las
escaleras y vio como el chico estaba frente a un pequeño grupo de hombres
trajeados con sombrero, el que más resaltaba era uno calvo y trajeado, de ojos
azul muy claro.
-Señor Irinov, ¡le prometo que le daré el dinero pronto!
-no puedo esperar más, Mikael… –el hombre se puso cara a
cara con el adolescente, amenazante y le dio en pecho con el dedo índice. –si mañana
no nos traes el dinero a las siete de la tarde… nos llevaremos lo que más te
importa. –el hombre miró a Luís y por un segundo su rostro se desvaneció y se
asemejó increíblemente a Slender. A Luís le empezó a doler fuertemente la
cabeza. El hombre bajó la mirada y volvió a la normalidad– he dicho.
Todos los trajeados se fueron de la sala y el chico miró
a las escaleras, ahora tenía en la frente el símbolo de slender, como una cicatriz,
negruzco.
La escena volvió a cambiar, ahora era de noche y Luís
estaba en el bosque. Vio que había alguien con una linterna a lo lejos, se
acercó y vio a Frederick Gaspard, padre de Jacob, aunque algo más joven. Buscaba
a alguien desesperadamente. De pronto apareció una mujer rubia y ambos se
abrazaron. “¿Elizabeth Eugene?” –pensó Luís– Elizabeth comenzó a hablarle,
asustada, pero Luís no podía oír lo que decían. Curiosamente, Luís se fijó que
Elizabeth tenía el símbolo de Slender en la frente, negro. Elizabeth parecía
estar describiendo algo que había visto y Frederick le miraba extrañado. De pronto,
en la frente de Frederick se marcó el símbolo de Slender de color negro, y en
la frente de Elizabeth la marca se volvió roja. Elizabeth apuntó, horrorizada,
entre los árboles y Frederick enfocó con la linterna, estaba Slender. Frederick
sacó su revólver y le disparó, inútilmente. Ambos se fueron corriendo en dirección
contraria y Slender se acercaba lentamente a Luís, este estaba inmóvil y no
podía hacer nada, mientras se acercaba Luís tuvo una visión con todos los
cadáveres de las víctimas de Slender con la marca en la frente, pero roja como
la sangre. Al final, Luís se vio en un lugar completamente negro y flotando,
frente suyo estaba Slender, quien invocó sus tentáculos, los cuales se fueron enrollando
uno a uno en las piernas y brazos del chico, hasta que Slender tocó la frente de
Luís con su dedo índice, marcándole con
su símbolo negro. Luís despertó en ese instante justo, estaba de nuevo en la
callejuela. Se levantó como pudo y miró a su alrededor, no había nadie. No dijo
nada, simplemente se quedó un rato en silencio y asintió con la cabeza,
caminando hacia su apartamento
martes, 14 de agosto de 2012
Detalles: Capítulo 6.
no hay demasiadas cosas nuevas, simplemente la inspiacion de este capitulo y una de las fotografías.
Origenes
la parte relacionada con el incendio está inspirada en el reciente incendio en Cataluña, la Cerdanya, del que yo fui testigo. decidí incluir el incendio (aunque en otro lugar) ya que segun los crepypastas slender provoca incendios tambien.
Imagen
aqui tenemos la fotografia que encuentra Luís unido al sobre (aunque falta el niño):
Origenes
la parte relacionada con el incendio está inspirada en el reciente incendio en Cataluña, la Cerdanya, del que yo fui testigo. decidí incluir el incendio (aunque en otro lugar) ya que segun los crepypastas slender provoca incendios tambien.
incendio de Cerdanya |
Imagen
aqui tenemos la fotografia que encuentra Luís unido al sobre (aunque falta el niño):
perteneciente a Nigthmare House 2 |
domingo, 12 de agosto de 2012
Cap. 6: Respuestas Inconexas
Luís se puso a investigar en cuanto pudo, se pasó varios días pegado al
ordenador sin encontrar nada. Jacob se quedó en el apartamento y poco a poco se
fue acostumbrando a aquella desordenada vida. Slender no aparecía casi nunca,
Luís a veces se sentía observado, pero al mirar a su alrededor no había nada,
pensó que tal vez Slender se hubiera olvidado de él. Pero Luís seguía
investigando día tras día, incansable, sentía la necesidad de descubrir el
porqué de todo aquello: El Inspector, la pauta de Slender, los asesinatos… algo
los conectaba, ¿pero el que?
Una noche, Luís preparó pizza para los dos y se sentaron a la mesa, Jacob
empezó a quejarse del desorden.
-Que manía tienes de dejar los restos de comida por todas partes, ¡es
desagradable!
-Por favor, ¡pareces mi madre…! ¿De dónde salió esa obsesión tuya con el
orden?
-Supongo que de cuidar a mi padre… el pobre estaba loco y cada día tenía
que limpiar la casa y apartar cualquier cosa para que mi padre no se tropezara.
Un mínimo de dos veces por semana se rompía algún mueble.
-Vaya… ahora me arrepiento de haberlo preguntado.
-Nah, tranquilo. Ya lo llevo cada vez mejor. Lo único que me reconcome es…
¿qué hacías tú en la comisaría el día en que encontraron a mi padre?
-Pues resulta… que yo conocí a tu padre en el tren, cuando él huía de
Francia. Además, encontré el cadáver de tu padre en el mismo momento en que la
policía lo hizo.
-Entonces te estaban interrogando… ¿y pudiste ayudar? ¿Tú sabías como murió
tu padre?
-… –Luís dudó que contestar y Jacob lo notó. Le miró de reojo mientras Luís
se inventaba algo– bueno… en el tren me dijo que quería suicidarse, así que muy
posiblemente lo hiciera.
-… supongo. –terminó Jacob antes de llevar su plato a la cocina.
Luís volvió a su cuarto y encendió el ordenador. Como siempre, abrió su
correo en busca de noticias, publicidad o cualquier cosa. Al ver que no había
nada, abrió otra ventana y se puso a buscar información. Media hora después de
no encontrar absolutamente nada, sonó un pitido: tenía un nuevo mensaje. Al
volver a su correo vio un mensaje, cuyo remitente era anónimo, abrió el mensaje
y leyó:
“tienes dudas, buscas respuestas. Yo tengo las respuestas. Sé qué te
persigue, siempre observa aunque no siempre se deja ver. Sé qué respuestas
buscas. Montnegre, El Corredor. Ven y tendrás las respuestas, Luís Porter
Codina”
Luís se extrañó mucho al leer el mensaje, lo releyó un par de veces más y
luego se lo guardó. Buscó en internet: “Montnegre, El Corredor” y le salió un
mapa. Luís no conocía demasiado bien Cataluña, pero Montnegre estaba
moderadamente cerca de Barcelona, pasado Mataró. Tras acabar de guardar los
datos que necesitaba se acostó, no tardó demasiado en dormirse, pero ojalá
hubiera tardado, tuvo horribles pesadillas. Luís abrió los ojos y se encontraba
en una vieja choza de madera, estaba oscuro y era de noche, se oía el llanto de
un niño. Siguiendo aquel sonido, subió por unas escaleras, cada paso que daba
la escalera crujía y resonaba en la casa. El piso de arriba era más oscuro y
macabro aún. El llanto venía de una pequeña habitación, un niño vestido con
harapos se escondía bajo una mesa y lloraba, tapándose la cara. Luís se acercó
y puso su mano sobre su hombro.
-Tranquilo, pequeño, no tengas miedo. ¿Qué te pasa?
El niño miró a Luís con dos cuencas vacías por ojos mientras gritaba con la
boca tremendamente abierta. Empezó a llorar sangre mientras Luís agonizaba de
terror. En ese momento Luís despertó de la pesadilla, su corazón palpitaba a
más no poder y había empezado a llorar. Se tranquilizó como pudo y se levantó
de la cama. No le dio tiempo a prepararse el desayuno cuando vio a Jacob
cogiendo las llaves para irse.
-Me voy un buen rato, han llamado de la comisaría diciendo que querían
hablar conmigo sobre mi padre.
-Oh, bien… ¡bien! –pensó Luís en voz alta recordando que debía ir a
Montnegre.
-¿Pasa algo?
-Oh, nada. Ve, yo tengo que ir a hacer un recado también.
Jacob se fue y Luís desayunó rápidamente para coger las llaves del coche e
irse. Yendo por la autopista, pasada la ciudad de Mataró, vio el Montnegre a lo
lejos, una montaña donde se encuentra El Corredor, un parque natural. Se desvió
y comenzó a subir por la carretera de tierra, tras un buen rato de camino se
topó con un desvío en el camino. Rutas hacia izquierda y derecha.
-Mierda, ¿qué camino escojo ahora? –de pronto sonó un pitido, un mensaje en
su móvil. Lo encendió y solo había un dibujo apuntando a la izquierda. Luís dudó un
segundo, pero definitivamente tomó el camino de la izquierda y entró en pleno
bosque. Los arboles eran altos y robustos, solo se oían los pájaros, el viento
moviendo las hojas y el paso del coche sobre la tierra. El silencio se vio
interrumpido por la música del móvil, alguien le llamaba.
-¿Diga? –preguntó Luís nada más coger el móvil.
-Camino correcto –dijo una voz distorsionada– deja el coche ahí y avanza un
poco más a pie.
-¿Porque…?
-Simple precaución. –terminó la voz justo antes de colgar el teléfono.
Luís se lo pensó unos instantes. Pero definitivamente se bajó del coche y
comenzó a caminar hacia delante, observando en busca de cualquier anomalía en
el paisaje. Al poco rato el camino se acabó en una pequeña explanada de tierra,
en medio de esta había una pequeña caja de cartón. Luís se acercó con cautela y
poco a poco la abrió. Dentro solo había un sobre, Luís lo cogió y se percató de
que, unido con un clip, había también dos fotografías: la primera era en blanco
y negro, salía un hombre vestido con una bata blanca, una mujer de pelo negro y
vestido blanco y un niño en medio, detrás había una mansión. La otra fotografía
era de carné, solo con la cara de un hombre aproximadamente de 35 años, llevaba
gafas y tenía el pelo rizado. Se entreveía una bata blanca en el cuello.
Luís abrió el sobre, dentro había más fotografías, pero estas con un nombre
y una fecha. Había muchas fotografías, pero parecían estar en orden
cronológico. La primera estaba en blanco y negro, era un hombre trajeado, calvo
y con cara de pocos amigos; debajo ponía “Krabe Irinov 1913 – 1958” las dos
siguientes fotografías estaban también en blanco y negro “Mikael Kernaboyl 1943
– 1958” y “Loik Kernaboyl 1950 – 1958” ambos eran de pelo y ojos negros, pero
Loik era más joven y tenía el pelo más corto, los dos chicos iban vestidos con
ropa vieja y gastada. Las siguientes fotografías ya eran en color. Las primeras
se las miró rápidamente, pero llegó a una más interesante: “Jacques Gilbert
1960 – 1975”. La siguiente era una mujer rubia: “Diane Eugene 1956 – 1999”
después estaba otra mujer rubia, la madre de Jacob: “Elizabeth Eugene 1959 –
1999” y por último, el padre de Jacob: “Frederick Gaspard 1955 – 2009” Luís se
percató de que muy posiblemente, esa fuera la lista de víctimas de Slender. Pero
entonces, Luís se estremeció al ver que la última fotografía era la suya, “Luís
Porter Codina 1985 – ????”. Un escalofrío
le recorrió todo el cuerpo mientras repasaba una y otra vez las fotografías. ¿Quién
era el científico de la fotografía? ¿Por qué salía él mismo en una de ellas? Sus
pensamientos se vieron interrumpidos, al notar un olor chamuscado en el aire y
que empezaba a hacer mucho calor, miró a su izquierda y vio que entre los
arboles había una luz rojiza que se propagaba por todo el bosque a gran
velocidad. Pronto todo el bosque estaba incendiado, Luís se guardó el Sobre
bajo la chaqueta y fue hacia el camino donde había dejado el coche, pero un árbol
se precipitó muy cerca, impidiéndole el paso. Tratando de sortearlo, siguió por
una ruta entre el fuego, el suelo era negruzco y Luís inhalaba el nocivo humo mientras seguía por el pequeño
sendero. En un momento dado, Luís vio entre las llamas y el humo una sombra muy
alta, caminaba con zancadas pesadas, movía sus larguísimos brazos casi rozando
el suelo, iba algo encorvado. El ser pasó de largo al lado de Luís y parecía que,
allá donde fuera, el fuego se movía con él. Luís siguió corriendo y encontró el
camino donde había dejado el coche y siguió corriendo, pero el humo le
envenenaba, atontándole. Acabó rindiéndose y cayó al suelo, poco a poco cerró
los ojos, mientras veía un coche de policía acercándose y al Inspector Rodríguez
saliendo de él y corriendo hacía Luís…
viernes, 10 de agosto de 2012
Cap. 5: Dudas
-De veras que no era necesario que hicieras la cena, Jacob.
-Si voy a estar aquí al menos haré algo de provecho –dijo Jacob sirviéndole
la sopa a Luís en la mesa. Seguidamente se sentó– y bueno… ¿cuáles son los
horarios, donde duermo, a qué hora…?
-Al final del pasillo tengo una habitación sin usar, te pondré un colchón
para que duermas. Y no hay horarios, aquí uno se va a la hora que quiera al
sitio que quiera.
-Vaya vida… yo creo que así no podría vivir mucho tiempo, me largaría al extranjero
–ambos se rieron entre dientes– bueno, si me lo permites, creo que estos días
ordenaré la casa mínimamente.
-Tú mismo, pero tienes trabajo. Y dime... ¿quieres que hablemos del tema…?
–Jacob asintió con la cabeza.
-no me importa, al fin y al cabo nos puede ayudar a saber el porqué de todo
esto… creo que todo esto empezó hace diez años, cuando mi madre, Elizabeth,
murió en un accidente, cayó por un acantilado y fue encontrada por mi padre,
cuando salió a buscarla –Luís escuchó atento aquella explicación, parecía haber
cierta pauta: muy posiblemente Elizabeth fuera asesinada por Slender, tras
morir, Frederick sufre sus acosos, y una vez muerto le había tocado a él, a
Luís– desde entonces, mi padre ha tenido síntomas de locura… recuerdo que una
noche me desperté al oír un disparo, al salir de mi habitación vi a mi padre
con un revólver, había un agujero de bala en la pared, creía que había alguien
–Luís frunció el ceño al oírlo, Jacob nunca vio nada paranormal, pero Frederick
sí que vio a Slender. ¿Por qué solo las víctimas que escoge Slender le ven? Y
aún más misterioso: ¿porque tardó diez años en matarle?– los médicos
diagnosticaron locura esquizofrénica, estuve cuidando de él todos estos años.
El hombre entrañable y cariñoso que conocía se había vuelto loco. Un día dejó
una nota… que decía, escrito con temblores, que se iba a Barcelona huyendo de
“aquello que le acosaba”…
Luís suspiró, tras una larga pausa retiró su plato y lo llevó a la cocina,
tras eso fue a su habitación y se puso con el ordenador. Jacob recogió sus
cosas de la mesa y cruzó el pasillo para prepararse su cuarto. Luís se conectó
a internet y por casualidad vio a su buena amiga Emilie conectada, abrió el
Chat.
-Hey, Emilie –empezó Luís.
-¡Hola, Luís! –contestó ella a través del chat.
-¿Conectada a estas horas?
-Sí, me costaba dormir. Solo han pasado dos días desde que te fuiste y ya
te empiezo a echar de menos…
Emilie era una amiga de la infancia de Luís. Se conocían desde parvulario y
ambos vivían en Madrid, hasta que Emilie se tuvo que ir a Font-Romeu con su
familia cuando tenía 15 años. Luís se quedó en Barcelona al morir su padre
cuando tenía 21 años, cada cierto tiempo se veían en persona, o él iba a
Francia o ella a España, pero el resto del tiempo chateaban.
-Jeje, me tomaré eso como un halago… oye últimamente me he interesado por
un crepypasta.
-¿Cual esta vez? –dijo ella bromeando.
-pues… la de Slender –ella era semi-experta en crepypasta, se sabía los más
famoso, y Slender era uno de ellos.
-vaya, pensé que no te gustaba esa historia.
-ya… pero últimamente me… hablaron de él y me he puesto a cotillear, ya me
conoces. Me gustaría que buscaras cosas también.
-¡de acuerdo! Ya sabes que me gustan mucho los crepypasta
-si esperas un rato te traigo cosas interesantes.
-OK.
Emilie se desconectó del chat un buen rato, mientras tanto, Luís se sentó
en su cama a descansar. Pensó un buen rato en el Inspector Rodríguez y en Jacob
y la historia de su familia. ¿Qué querría el Inspector que le haya interesado?
Miró su ordenador unos instantes, se levantó y se puso a buscar. Buscó en
Google: “Inspector Rodríguez Barcelona” y vio un artículo en Wikipedia:
“Rafael Rodríguez Gilbert
Rafael Rodríguez (1967 – actualidad) es un inspector de policía reconocido
en Barcelona. Nacido el 22 de junio de 1967 en Peumaigre, Francia. Fue nombrado
Inspector de Policía en 1938 y hasta la fecha ha resuelto todo tipo de casos.”
-¿Gilbert…? ¡Jacques Gilbert! –Luís abrió el documento con el Artículo de
Gilbert y leyó la inscripción del sello: “Poste de Pólice de Peumaigre”– el
inspector… ¿conocía a Jacques Gilbert? Un segundo… –Luís siguió leyendo, se
fijó en el nombre de una de las niñas: “Elizabeth Eugene” Luís recordó las
palabras de Jacob: “cuando mi madre, Elizabeth, murió…” y su apellido “Gaspard
Eugene”…– ¡Jacob era hijo de Elizabeth! Entonces… Slender mató a Jacques
Gilbert, quien tiene algún tipo de familiaridad con el Inspector, años después
muere Elizabeth, quien conoció a Jacques, diez años después muere Frederick,
marido de Elizabeth… ¿Quién será el siguiente? –de pronto, sonó un pitidito del
ordenador, Luís puso el chat, había un nuevo mensaje de Emilie.
-¡he encontrado algo muy interesante! –Emilie puso un enlace, Luís lo abrió
y apareció una imagen con un círculo atravesado por una X. Luís lo reconoció como
el símbolo que dejó Frederick antes de morir– dicen que es el símbolo de
Slender. Según un crepypasta, se ha visto tallado en el tronco de algunos
árboles o dibujado con tizas en la roca –Luís se guardó la imagen en una
carpeta apodada “crepypastas”
-gracias, Emilie, me guardaré la imagen.
-¡si te es útil dímelo!
-muchas gracias, me voy a dormir, ¡a ver si te conectas mañana!
-lo mismo digo, ¡adiós!
Luís cerró todas las ventanas abiertas y se levantó para ir a la cama,
cuando de pronto vio, horrorizado, que más allá de la puerta de su habitación
solo había oscuridad. De los bordes de la puerta salía un aura negruzca que iba
entrando cada vez más en la habitación. De las paredes que tocaban la puerta
salieron cuatro largos tentáculos que se iban pegando a la pared mientras se
arrastraban. Luís sacó su navaja rápidamente, amenazando a aquello que hubiera
tras la puerta. De la puerta salió una mano pálida y ensangrentada, la mano se
acercó a Luís, revelando su brazo cubierto por una manga negra. Luís se retiró
hasta la pared, tirando el cuadro que había colgado y la mano se alargó hasta
tocarle el pecho. Su corazón palpitaba a mil por hora, solo había visto el
brazo del ser y ya se había quedado inmóvil. De repente, la mano le atravesó el
pecho y Luís cayó en un profundo sueño…
-¡Luís, Luís, despierta! –Decía la voz lejana de Jacob. Luís se despertó y
vio a Jacob preocupado.
-¿Qué… que ocurre?
-¡Menos mal! Llevo diez minutos tratando de despertarte, ¡casi llamo a una
ambulancia!
-Em… tranquilo, Jacob. Es habitual en mí eso, a veces tengo el sueño muy
profundo… –mintió Luís.
-Uf, pues avisa, me diste un susto de muerte…
-tranquilo… ¿qué hora es?
-las nueve de la mañana, dormilón.
-¿¡tan temprano!? ¡Pues déjame dormir más!
-bueno, aquí te dejo, ¡pero en una hora te despierto!
Jacob cerró la puerta de la habitación al salir. Luís se levantó de la cama
y se dirigió hacia el cuadro que había en la pared, era un cuadro que, en
realidad, era un poster con el Creeper, del juego Minecraft, pero a Luís se le
ocurrió enmarcarlo para que no se rompiera. Luís recordaba que, cuando apareció
Slender, el cuadro se cayó, pero ahora seguía donde estaba.
-no, no fue un sueño –dijo Luís, pensando en voz alta mientras cogía el
cuadro cuidadosamente– no me engañas, Slender. Esta vez no. –Luís sacó el
cuadro, revelando una marca de sangre en forma de mano, marcada en la pared– ¿Porque
haces esto? ¿Qué escondes…?
jueves, 9 de agosto de 2012
detalles: Capítulo 4
hoy no hay demasiadas noticias, simplemente os pondré el Tektek del Inspector Rodríguez y un video.
Video:
e aqui un gameplay de EDDisplay jugando al unico juego de Slender:
SLENDER - huyendo del largilucho. es bastante divertido XD
imagen:
Video:
e aqui un gameplay de EDDisplay jugando al unico juego de Slender:
SLENDER - huyendo del largilucho. es bastante divertido XD
imagen:
Inspector Rodríguez |
miércoles, 8 de agosto de 2012
Cap. 4: Buscando
La policía se llevó a Luís a comisaría, donde prepararon
una interrogación para aclarar el misterio. Luís se sentó en una silla, cuando
apareció un cuarentón vestido con el uniforme de policía, su pelo era negro,
corto y encrespado, con algunas canas, tenía una barba de tres días. Dejó sobre
la mesa una carpeta con informes del caso y se sentó frente a Luís.
-Veamos… Luís Porter Codina. Tutora legal: Carmen Codina
Hernández. Residencia: Barcelona. Residencia del tutor legal: Madrid –el
policía miró de reojo a Luís– ¿y eso?
-… –Luís suspiró y respondió– Mi padre me trajo aquí hará
unos cinco años. Como era un alcohólico era yo quien le cuidaba.
-En el informe consta como fallecido. Motivo: accidente
de coche.
-Así es… aquella noche había sido escogido para que
condujera de vuelta, pero se pasó con las copas y… en definitiva, me
independicé y decidí quedarme aquí.
-De acuerdo, todo en orden. Si no le importa, Luís,
empezaremos con el caso. ¿Dices que conocía a ese hombre?
-En efecto, el otro día volvía de Francia y hablé con él.
Tras eso desapareció
-Dígame, Luís, ¿qué le dijo exactamente?
Luís pensó un buen rato antes de contestar, pensó que era
mejor omitir la parte relacionada con Slender, o lo tomarían por loco.
-Lo cierto es que el hombre estaba desquiciado, incluso
tenía la intención de suicidarse con un revólver. Estaba obsesionado con que
“algo” le perseguía, estaba completamente paranoico. Después de la conversación
fui a avisar a un vigilante que
había en otro vagón, y al volver no
estaba…
-Hum… todo lo que dices encaja en el informe, se tendrá
en cuenta tu testimonio. Y lo cierto es… que dejando de lado las pruebas
forenses que debemos hacer aún, todo indica que podría tratarse de un suicidio…
hace diez años murió la esposa de ese hombre, desde entonces ha presentado
muchos síntomas de locura. En fin, gracias por su ayuda, Luís –ambos se
levantaron y el policía le abrió la puerta a Luís, pero este esperó un momento antes de salir.
-dígame, el hombre se llamaba por casualidad… ¿Jacques
Gilbert? –el policía se sorprendió mucho al oír aquel nombre, se quedó
pensativo unos instantes y se puso serio.
-No. Su nombre era Frederick Gaspard. –Luís abrió los
ojos como platos al oír el apellido “Gaspard”
De pronto, oyó a lo lejos una voz familiar. Resonaba en
la recepción de la comisaría.
-¡Déjenme pasar! ¡Está ahí mi padre, ¿verdad?!
Luís salió del despacho del policía y fue a la recepción a
ver qué ocurría, allí vio como Jacob Gaspard trataba de pasar, con dos policías
impidiéndoselo.
-Tranquilícese, le atenderemos más tarde.
-¡¡No, allí está mi padre y lo sé!!
Luís se dio cuenta de que uno de los dos policías era
quien se lo llevó cuando encontraron el cadáver, avanzó hacia ellos y trató de
pararles.
-¡Es mi amigo, puede pasar! –el policía vio a Luís y
asintió.
Jacob se acercó a
Luís y este le miró en silencio. Jacob le miró de reojo, inseguro, Luís
negó con la cabeza y puso la mano sobre su hombro, no era necesario decir más.
Jacob asimiló lo que sucedía y abrazó a Luís mientras lagrimaba. Luís alargó el
abrazo un buen rato, le recordó al día en que perdió a su padre, en una
situación muy semejante. Luís tuvo la… “suerte” de que nunca se llevó bien con
su padre, pero la tristeza de Jacob y su afán por encontrarle demostraban su
amor.
Mientras la policía hablaba con Jacob, el inspector que
atendió a Luís volvió y le puso la mano en el hombro a Luís
-Mira, chico… quiero que sepas que, si tienes cualquier
problema… pregunta por el Inspector Rafael Rodríguez, di que son asuntos
familiares.
El Inspector Rodríguez se alejó dejando a Luís extrañado,
dedujo que el caso le había interesado de alguna manera. Luís miró el pensativo
el pasillo por donde se había ido el Inspector Rodríguez, buscando la relación
entre aquel hombre y todos aquellos acontecimientos. Jacob salió de la
interrogación, miraba al suelo callado y se sentó en un banco. Luís se sentó a
su lado y trató de animarle.
-Lo siento muchísimo, Jacob… –Jacob seguía callado,
mirando al suelo– si quieres… puedes quedarte un tiempo en mi apartamento.
-M-muchas gracias, Luís… pero no quiero estorbarte.
-Tranquilo, siento… la necesidad de ayudarte. Hasta que
vuelvas a Francia puedes quedarte por aquí, hasta que se aten cabos en el caso.
- *snif* Gracias, Luís. –Jacob se levantó y Luís le
acompañó hacia la salida– Luís…
-¿Si, Jacob?
-¿Crees que mi padre se suicidó de veras?
-… –Luís calló un rato, pensando que contestar– lo cierto
es que no lo sé. Pero no le des más vueltas a su muerte, puedes hablarme de él
en el apartamento.
Luís fue hacia su coche, que había sido cogido por la
grúa y llevado a la comisaría en busca de posibles pruebas. Un policía le dio
las llaves y se subió con Jacob. El camino transcurrió en silencio, Jacob
todavía lo asimilaba, Luís sabía la verdad, sabía quién era el asesino… pero no
podía decírselo a su amigo. ¿Cómo se le puede decir a un amigo que su padre ha
sido asesinado por un ser como Slender? El coche llegó al portal.
-Aquí es… –Luís y Jacob subieron al tercer piso y
entraron en el caótico apartamento– ya sé que no está muy ordenado, pero se
puede vivir e él.
-¿¡Pero esto que es!? ¿Cómo puedes vivir así?
-¿Ocurre algo? –dijo Luís, viendo como Jacob empezaba a
recoger la ropa
-Odio el desorden, ¡dime donde está la lavadora y el
armario y empiezo a recoger!
-Jeje… –Luís sonrió al ver a Jacob distraído con algo que
no fuera la reciente muerte de su padre.
Pero algo seguía distrayendo a Luís, había tres
misterios: Porqué Slender mató a Frederick Gaspard, porqué se había manifestado
ante Luís en aquellas ocasiones, y por último… ¿Qué relación tenía el Inspector
Rodríguez en todo esto, como para interesarse en el caso hasta el punto de
considerarlo, “asuntos familiares”?
martes, 7 de agosto de 2012
detalles: Capitulo 3.
en primer lugar, Jacob será importante de aqui en adelante, tanto en la historia como para Luís.
images time!
Jacob Gaspard Eugene:
el simbolo que deja el anciano:
y por ultimo, muchas gracias a Angelitha y Xaros por hacerme estos dibujos de Luís :D :
(su-su-suscribeteeee, y dalalai si quieres, su--su-suscribeteeeeeee, ninioninoniiiiii)
images time!
Jacob Gaspard Eugene:
el simbolo que deja el anciano:
y por ultimo, muchas gracias a Angelitha y Xaros por hacerme estos dibujos de Luís :D :
dibujo de Xaros |
dibujo de Angelitha |
(su-su-suscribeteeee, y dalalai si quieres, su--su-suscribeteeeeeee, ninioninoniiiiii)
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